Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 88
Sor Lorenza Bernarda inicia en 1.668 la primera ampliación
Como la comunidad capuchina crecía, pronto hay ya diez y seis novicias y otras muchas jóvenes esperaban poder entrar. Ella hizo que la nueva casa, apenas acabada, les resultara insuficiente. No sabían entonces, desde luego, las fundadoras los muchos problemas y aprietos y trabajos de toda clase que les iba a deparar la ampliación de su convento; y a esta insuficiencia de inmueble, recién estrenado, se añadió una dificultad sobrevenida en el uso pacífico de la servidumbre de acueducto sobre la finca colindante, predio sirviente, lo que motivó el primer pleito.
Corría ya la primavera de 1.668. Era urgente agrandar el convento, no se podían recibir nuevas novicias y aun las que vivían en él lo hacían con múltiples inconvenientes; siendo difícil mantener la fundación.
“si no se añade más vivienda, porque solamente tiene el dicho convento de frente veinte varas, poco más o menos, y de fondo no llega a treinta y cinco y en todo este sitio está embebido el templo, coro, dormitorios, oficinas y demás servicios del dicho convento, faltándoles coro bajo, sacristía y entierro para las monjas de calidad…”