Sucedió que en una fiesta en el baile tenía sed, pidió agua y la malvada sierva, le dio un vaso de agua con veneno; al beberlo resultó quedar envenenada y por más que le dieron remedios jamás pudo quedarse bien del todo. Con ello, quedó grave que no se podía mover. Debido a este mal, que la oprimía y se resistía a toda cura, pensó ir al Santuario de Loreto a pedir a la Virgen la gracia de la curación, al leer el Evangelio en la Misa quedó curada milagrosamente.
El Divino Amor, una fundación que surgió en Nápoles, la ...