Capuchinas -Comunidad de Granada 6
Capuchinas -Comunidad de Granada 2
Capuchinas -Comunidad de Granada 4
Capuchinas -Comunidad de Granada 5

Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 64

Un nuevo problema había surgido: el arzobispo de México, don Alfonso de las Cuevas y Dávalos, sucesor de don Matheo Segade Bugueiro, había fallecido en la ciudad de México mientras las fundadoras estaba aún en Veracruz. Vacante la sede empezaron las dificultades para seguir adelante en la fundación. Dice así sor María de Toledo:

Alabado sea Dios. Se presentaron los papeles y hubo bien en qué entender. Por haber faltado el arzobispo, que nos aguardaba con grande amor, el cabildo detuvo los papeles algunos días. Que como son muchos y cada uno quiere mandar, hay mucho que hacer y no faltan sustos. Más siempre con buen ánimo para lo que Dios hiciere, que no deja de regalarnos”.

El cabildo y fray Alonso de la Barrera no se entendieron. Las licencias dadas por el arzobispo don Matheo Sagade Bugueiro no las reconocía ya el cabildo como válidas, dado el tiempo transcurrido. No había pues, licencia para fundar el nuevo convento. En una carta a su confesor, don Francisco de Villareal, la madre María Felipa le dice narrando este episodio con todo detalle:

Ya vuestra merced habrá sabido, por las cartas que llevó el aviso, cómo nos trajeron al convento de la Concepción porque no estaba el nuestro para poder ponernos clausura. Y como vuestra merced sabe lo mal que se avienen los frailes con los clérigos, ha sido esta la ocasión en que nosotras hemos participado. Y, también, como faltó el señor arzobispo al tiempo que llegamos a Veracruz, entró el gobierno en poder del cabildo, que no sabían nada de nuestra venida. Se quejaron mucho del padre Fray Alonso y pusieron muchas dificultades en los papeles diciendo que la licencia del señor Bogueiro,(se refiere al arzobispo de México, don Matheo Sagade Bugueiro), ya había pasado mucho tiempo, y que ya no era de su jurisprudencia el darla, y otras semejantes a éstas. Fue Dios servido que quiso el virrey que diésemos el hábito aquí a una señora de su casa, con lo que el cabildo, viendo lo pedía el mismo virrey, y por acá le temen mucho, dicen que más que al rey en España, con esto despacharon los papeles más presto que ellos quisieran. Después de esto, nos vinieron a visitar los señores del cabildo, y cada uno diciendo que bien se conocía habernos traído Dios por las dificultades que se habían allanado. Y que se espantaban como allá el cardenal de Toledo y el Consejo habían dado licencia para que viniésemos; que todas les causábamos estimación y crédito conocer era obra de Dios”.

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información