Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 58
Pero aún les quedaba, y lo cuenta sor Lorenza Bernarda en su carta de 13 de octubre de 1.665, a las fundadoras superar otro penoso trance antes de llegar a su alojamiento provisional:
“… Entramos en este convento (de “La Limpia Concepción) jueves al anochecer, que fue día bien penoso. En tres coches mudaron y anduvimos buen rato a pie. Y sor Jacinta se metió en la laguna, de suerte que nos hubimos de arrancar de ella. Y luego todo era consuelo para que se limpiara: sor María también se embarró… Con todas esas cosas llegamos a este Santo convento. Nuestra madre y yo veníamos con la Señora virreina. Y dos religiosas y tres damas en cada coche. Nos recibieron con toda la música cantando el “Te Deum laudamus”, entrando el señor deán y la virreina de la mano a nuestra mano. Nos llevaron al coro con toda la música y, luego la misma virreina, con instrumentos las religiosas, nos subió a la celda. El día siguiente estuvo en nuestra celda toda la tarde haciéndonos mil favores y ofrecimientos. Dios nos de su gracia y nos deje ver en nuestro convento que, cierto es de harta mortificación, después de tan largo camino, vernos fuera de él…”.