Una pregunta sin respuesta
Si miramos el cielo, en un día luminoso de sol, es tanta su luz, que nuestros ojos se cierran y no pueden contemplar tanta fuerza.
Si contemplamos el cielo de noche, ya no nos ciega la luz, pero, no logramos contemplar todas las estrellas, ni menos contar ese sin número de lucecitas que brillan y que contemplándolas nuestra alma se llena de luz y serenidad y si somos personas de fe, de trato amante con el creador nos decimos o le decimos ¿Señor porque tanto derroche de luz?
Después si salimos al campo o a un bello jardín, o al monte, o al prado, cada lugar tiene su encanto y su belleza. El canto de los pájaros en el bosque, el susurro del manantial en el monte, el arroyo que corre…que derroche de belleza y hermosura, y podemos volver a preguntar para que tanto…Contemplando el mar con sus olas que dan con las rocas una y otra vez, tan grande tan majestuoso. Así podríamos ir discurriendo por todas las criaturas, desde las más grandes y elevadas a lo más pequeño e insignificante flor del campo o una hormiga.
Todo y en todo nos asalta la misma pregunta ¿por qué?
No es una simple exhibición de poder y hermosura ya que Dios puede hacer miles de mundos aún mayores.
Al final Dios hizo seres espirituales cuya hermosura y grandeza supera en mucho a todo lo creado ya indicado, estos son los ángeles que aunque no sean actos para nuestros ojos, muchas veces los sentimos a nuestro lado.
Por último Dios hizo al hombre que tiene parte espiritual como los ángeles y parte animal como los demás seres creados (Como si Dios hubiese querido hacer un resumen de toda la creación.
¿Para qué tanto? Nos seguimos preguntando.
Pues aún hizo Dios más, se hizo uno de nosotros, en el HIJO, en todo igual menos en el pecado, porque si hubiese asumido el pecado hubiese ido contra sí mismo. Pues sí, increíble, todo esto escrito muy brevemente como visto de un pequeño vistazo.
Dios lo creo todo por AMOR. No nos lo terminamos de creer, nos parece demasiado grande (infinito) está demasiado lejos….Pero Él dijo “yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo"
Cuanto tendríamos que profundizar, en este mes del Corazón de Jesús, en todo ese derroche de amor que Dios ha derramado en nosotros. Dios se nos dio, se nos da y siempre, está buscando nuevos caminos para dárnoslo a conocer. Pero parece que los hombres, cada vez nos vamos alejando más de ese amor. Pero Dios no tiene prisa y nos espera todos los días. ¿Cuál será el día que aceptemos su amor y le abramos la puerta de nuestro corazón? Él tiene su puerta siempre abierta al menor empujoncito que demos nos entraremos dentro de Él.
Bueno puse a este articulo una pregunta sin respuesta y ¿cuál es?
Si nuestro Dios fuese un Dios tirano que nos pidiese el sacrificio de nuestros hijos, como en las religiones antiguas le respetaríamos al menos por temor. ¿Pero acaso un Dios que nos ama como Él, y que nos entregó a su hijo por amor, es acaso por esto menos digno de nuestro amor. Esta es la pregunta a contestar.
Sor Caridad