Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 72
Todos los conventos de monjas de clausura tienen una distribución interior parecida, porque parecidas son, también, sus formas de vida comunitaria; eso sí, con matices propios y específicos de cada orden religiosa.
Por eso todos los conventos, sobre todo si son de monjas de clausura, en general responden a unos mismos esquemas: amplitud necesaria para hacer posible la convivencia, estancias suficientes para los actos de comunidad: coro, refectorio, sala de capítulo, dormitorio, ala de labor; y “oficinas”, que llaman las monjas: cuarto del torno, cocina, aposento para la abadesa, enfermería, la ropería del sayal, la ropería de lienzo blanco, sacristía, etc… Todas estas dependencias pueden agruparse en dos clases: las “oficinas” u obediencias, donde las monjas desempeñan los distintos oficios concretos de cada una, y los espacios comunes donde desarrollan conjuntamente su vida comunitaria. A esto hay que añadir los espacios abiertos necesarios, etc. Todo en función de su obligación de guardar estricta y perpetua clausura.