Nada, comienzo,.... TODO...
Nada, a simple vista es eso: palabra vacía de contenido.
En la nada no hay nada pero la verdad es que no es así.
Nada puede significar comienzo.
Cuantas veces en la vida, cuando hemos experimentado que todo ha terminado que ya no hay nada, surge y comienza algo bonito.
Algo que llena la vida y que antes ni se había experimentado ni se había vislumbrado y esa nada cobra vida y marca un sendero, sendero que muchas veces se convierte en un camino largo en el que te encuentras todo que ha dejado muy lejos a esa nada de los comienzos.

Nunca se puede decir que todo ha terminado, porque junto al todo final siempre hay un comienzo.
Es verdad que todo comienzo da miedo. Tememos a lo desconocido, pero una vez superado ese miedo, se entra en el campo de lo familiar y la familia es cercanía, cariño alegría del encuentro y convivencia.
Ya es caminar con paso firme y con la mirada fija en la meta.
Sor Francisca López Capuchina