Rezos. En su jornada diaria alternan el rezo de las horas canónicas con sus horas de oración mental y con el rezo de sus oraciones vocales.

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Jornada.
La jornada de las monjas comenzaba a las cuatro de la madrugada “ganándole luces a la autora” con el sonido ronco de unas matracas. 

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Jovenado.
Profesas ya, pero sin votos solemnes, se las llamaba jóvenes; también hacían vida separada de la comunidad para algunos actos: vivían en las habitaciones que llamaban jovenado.

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Espacios comunes.
Al mismo tiempo la vida comunitaria, que desde siempre observan las capuchinas a diferencia de otras órdenes, requiere espacios comunes: sala de labor y recreo, sala de capítulo, refectorio, dormitorio, cárcel, sala de “profundis”, bóveda o enterramiento.

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Comunicación de la iglesia con el convento:
Con la iglesia, los conventos tienen dos comunicaciones sólo visuales: el coro alto y el bajo. 

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