Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 71
El enclave del nuevo convento era en la calle de la Celada, en el mismo corazón de la ciudad.
Doña Isabel de la Barrera, la patrona que como sabemos ya hizo posible la nueva fundación, menciona en su testamento que dejaba para este fin sus casas principales que están en la calle de la Celada. Esta calle, hoy desaparecida, iba “desde Zuleta hasta la Merced”. Una referencia a esta calle, se encuentra en una Loa Sacramental compuesta en 1.635 por Pedro de Marmolejo y dice así: “Salid todos en su busca que contra enemigas armas os está llamado a voces la calle de la Celada”.