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Primera Fundación de Clarisas Capuchinas en México 104

Descripción del interior por las fundadoras
El interior del templo lo describe sor María de Toledo de forma sencilla, ella desconoce las palabras técnicas:

“Se acabó la obra del mes de mayo de que daré cuenta por menudo y empezaré por la iglesia que aunque no es grande es muy preciosa y conforme a nuestra vida y Regla. Está en tres cuerpos que yo no lo sé dar otro nombre. El primero es donde está el altar mayor. Coge lo del presbiterio que sube con tres gradas que cogen de una pilastra a otra y allí está la reja del coro bajo y el comulgatorio. En el segundo está una puerta y enfrente un colateral. El tercero tiene la segunda puerta y enfrente el confesionario. A los pies de la iglesia está la reja del coro alto que es la misma que teníamos, que no hizo más que focarla de una parte a otra.


El retablo tiene tres cuerpos. El primero es el sagrario y a un lado de la Encarnación y al otro el Nacimiento. Sobre el sagrario hay un nicho para descubrir el Santísimo Sacramento: es todo de espejos. Dicen, que no hay otra cosa más linda en México. Encima está un cuadro de San Felipe de Jesús y, a un lado, nuestro padre San Francisco y, al otro, nuestra madre (Santa Clara) (Encima de San Felipe, Nuestra Señora de la Concepción y, a un lado, San Félix y, al otro, Santa Coleta de medios cuerpos. Y encima unas láminas que eran la cara con quedó muy bien rematado. Llegando al techo que es de artecón como lo llaman acá, todo de oro y azul que está como un cielo y dicen que se lleva la gala de los templos aunque son los otros más ricos

Efectivamente la descripción de sor María encaja con la costumbre de casi todos los conventos de clausura femeninos, en los cuales el coro bajo se ubica en el lateral del presbiterio, con objeto de estar cerca del altar mayor y de esta manera poder seguir más directamente las ceremonias. El coro tiene reja interior y exterior. Esta última provista de pinchos exteriores recios y de gran tamaño y entre ambas un espacio de “vara y media”. Junto a la reja del coro se abre la cratícula o comulgatorio por dónde el sacerdote dará la comunión a las monjas sin necesidad de entrar en clausura. Detrás de las rejas de los coros, bajo y alto, situado éste siempre a los pies de la iglesia, van unas telas negras a manera de cortina a través de la cuales las monjas siguen las ceremonias del altar y que solamente descorren en determinados momentos solemnes o en ocasiones excepcionales.

 

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