Capuchinas -Comunidad de Granada 6
Capuchinas -Comunidad de Granada 2
Capuchinas -Comunidad de Granada 4
Capuchinas -Comunidad de Granada 5

Búsqueda de Dios

Es Dios el que nos atrae.
La búsqueda del rostro de Dios atraviesa la humanidad, y la historia, llamada desde siempre a un diálogo  de amor con el Creador. Esta búsqueda es común a todos los hombres de buena voluntad esto lo confiesan incluso personas no creyentes que confiesan este anhelo profundo del su corazón.

En este sentido de búsqueda del Señor tan tratado en el gran San Agustín. Es una inquietud que brota de la intuición profunda de que es Dios el que busca primero al hombre, atrayéndolo misteriosamente a Sí. Nadie se basta así mismo y esto impone un éxodo o salida del propio yo.

Atraídos por el rostro del Dios Santo y al mismo tiempo por la tierra sagrada del otro.

Para esta peregrinación en busca del Dios verdadero, que es propio de todo cristiano y de cada consagrado por el bautismo, se convierte por la acción del Espíritu Santo, en un seguimiento de Cristo y en camino de configuración con Cristo, que es la vida religiosa de una forma más particular, pero también de todo bautizado.

Las consagradas debemos seguir de una manera especial, y descubrir e irradiar en la vida cotidiana la presencia de Dios, para todos los hermanos que viven en medio del mundo que ignora su presencia, y con nuestra vida hacer presente en medio del nuestro mundo a Jesús que con su vida casta, pobre y obediente se hizo camino. Seamos signo de su presencia en medio de el.

Llamados por Dios y enamorados de Él, nuestras vidas y toda nuestra existencia debe estar totalmente orientada a la  búsqueda de su rostro, deseosos de encontrar y contemplar a Dios en el corazón de nuestro mundo.

Que en nuestra vida de consagrados tengan resonancia las palabras de San Pedro “Señor ¡qué bueno es estar aquí!

La contemplación, no es un acto, ni un ejercicio solo para las monjas o religiosos, la contemplación es la acción del Espíritu Santo, en todo bautizado que se deja orientar y guiar por Él. La contemplación brota del Amor, y todo hombre o mujer está obligado por el primer mandamiento a ese Amor, y no es un mandamiento pesado o difícil, ni duro, sino que como dice el Salmo “gustad y ved que bueno es el Señor”.

Cristo Jesús es el primer contemplativo, el evangelio dice varias veces que se retiraba a solas a orar, y esta oración con su Padre, no podía ser sino una oración contemplativa, ya que Él nos dice que estaba viendo siempre el Rostro del Padre.

El mismo Cristo reflejo e imagen de Dios (Dios en sí mismo) es “el más bello entre los hijos de los hombres”. Esta búsqueda constante e inacabada de Dios se sitúa  en el mismo corazón de la Iglesia y del mundo y encuentra su principal signo en la vida consagrada.

Pero no dejemos este tesoro inmenso de la contemplación, solo para los consagrados con votos, sino que todo cristiano debe seguir el camino de la contemplación de Dios, que es infinitamente bello, grande y digno de toda alabanza y de todo amor y que vive en el corazón de todo creyente de todo el que le busca de corazón.

Sor Mª Caridad

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información